Descubre los secretos detrás de este vino versátil que conquista paladares en todo el mundo

El 11 de junio se celebra el Día Mundial del Vino Rosado, una fecha que coincide con la llegada del verano en Europa y el aumento en su consumo. Aunque su origen exacto es incierto, hoy el rosado es reconocido como un vino de alta calidad, con una demanda en crecimiento. Sin embargo, aún existen mitos alrededor de su elaboración y consumo. ¿Es realmente una mezcla de vino tinto y blanco? ¿Es solo para quienes no disfrutan del vino? Aquí, derribamos falsas creencias y celebramos su versatilidad.
Mitos y verdades sobre el vino rosado
- «El rosado se hace mezclando vino tinto y blanco»
❌ Mito. Aunque algunos vinos espumosos (como el rosado Champagne) permiten esta mezcla, la mayoría de los rosados se elaboran mediante maceración corta de uvas tintas. El jugo permanece en contacto con los hollejos (pieles) por pocas horas, obteniendo ese tono rosado característico. - «Se hace con uvas rosadas»
❌ Mito. No existen uvas rosadas. El color proviene de variedades tintas como Malbec, Garnacha, Pinot Noir o Syrah, maceradas brevemente para extraer solo un toque de color y taninos suaves. - «Es un vino para principiantes»
❌ Mito. El rosado es tan complejo como un tinto o un blanco. Un buen ejemplar puede ofrecer aromas a frutos rojos, cítricos y flores, con una acidez refrescante que lo hace ideal para maridajes sofisticados. - «Es menos valioso que otros vinos»
❌ Mito. En países como Francia, el rosado supera en consumo al vino blanco. Marcas premium y regiones como Provence han elevado su prestigio, demostrando que puede ser tan fino como cualquier gran reserva. - «El color define su calidad»
❌ Mito. Un rosado pálido no es necesariamente mejor que uno intenso. La calidad depende de la uva, el terroir y la técnica, no del tono. De hecho, algunos de los más apreciados son asalmonados o rubí claros. - «Solo se toma en verano»
❌ Mito. Aunque es ideal para climas cálidos, su frescura y versatilidad lo hacen perfecto para todo el año. Combina con platos tan diversos como sushi, pastas ligeras o carnes blancas. - «No es un vino para comer»
❌ Mito. El rosado es uno de los vinos más food-friendly. Acompaña desde ensaladas y mariscos hasta quesos suaves y picantes, gracias a su equilibrio entre frutosidad y acidez.
El auge del rosado en Argentina
Argentina, tradicionalmente conocida por sus Malbec tintos, está ganando terreno con rosados de alta gama. Algunas claves:
Estilo provenzal: Los nuevos rosados argentinos apuestan por tonos pálidos y sabores secos, alejándose de los antiguos perfiles dulces.

Uvas estrella: El Malbec lidera, pero también destacan Pinot Noir, Syrah y Garnacha, con notas a fresa, cereza y cítricos.
Regiones: Mendoza (Valle de Uco), San Juan, Salta y Patagonia producen rosados con identidad propia, gracias a sus climas diversos.
Conclusión
El vino rosado ha dejado atrás los prejuicios para convertirse en una opción elegante, versátil y llena de matices. Ya sea en una terraza de verano o una cena invernal, su frescura y personalidad lo hacen único. ¡Brindemos por ello en su día!