El disco que convirtió a Soda Stereo en leyenda del rock latino

El 7 de agosto de 1990, Soda Stereo lanzó Canción Animal, un álbum que no solo redefinió su carrera, sino que dejó una marca imborrable en la historia del rock latinoamericano. Grabado en los estudios Criteria de Miami, este trabajo encontró a la banda en un momento de madurez creativa y con la ambición de ir más allá de su sonido anterior.
Lejos del pop más luminoso de Signos o Doble Vida, aquí el trío abrazó guitarras más crudas y una estética de rock potente, influenciada por referentes como Luis Alberto Spinetta, Pescado Rabioso y la escena alternativa internacional. El resultado fue un disco directo, con letras intensas y melodías que se incrustaron en la memoria colectiva.
Una portada que hizo ruido
La tapa, obra de Caito Lorenzo, mostró a dos leones copulando. Provocadora y simbólica, generó revuelo y censuras, pero también se convirtió en un sello de identidad. Era la declaración visual de un disco que venía a rugir sin pedir permiso.

Himnos que casi no fueron
Paradójicamente, “De música ligera” —hoy himno continental— estuvo a punto de quedar fuera del álbum por su estructura simple. Sin embargo, la intuición de la banda y la energía que transmitía en los ensayos sellaron su lugar definitivo. Temas como “En el séptimo día”, “Cae el sol” y “Un millón de años luz” completaron una lista que sigue sonando vigente.
El impacto y la gira animal
La gira de presentación fue tan masiva como el disco mismo. Comenzó en Venezuela, cruzó Latinoamérica y cerró con un show histórico el 14 de diciembre de 1991 en la avenida 9 de Julio, ante más de 250.000 personas. Soda Stereo estaba en la cima y Canción Animal era su carta de presentación más poderosa.
Un legado que no se apaga
Hoy, más de tres décadas después, Canción Animal sigue siendo referencia obligada para músicos y fans. Su mezcla de crudeza y lirismo consolidó a Gustavo Cerati, Zeta Bosio y Charly Alberti como pioneros de un sonido que trascendió generaciones.
Treinta y cinco años después, el rugido de Canción Animal sigue vivo. Y cada vez que suena “De música ligera” en un estadio, ese rugido se convierte en un coro colectivo que atraviesa fronteras.