
Un informe presentado por la consultora Veintemillas sobre el sector vitivinícola mundial, analiza y expone las preferencias de los consumidores, la innovación y los avances en la producción. Esta es una herramienta clave para los que buscan anticiparse a los cambios del mercado, desarrollar campañas de comunicación efectivas y adaptarse a los nuevos hábitos de consumo.
A continuación, te presentamos las diez tendencias que están redefiniendo el mundo del vino en 2025:
1. Vinos de baja intervención: autenticidad sin filtros
Los consumidores valoran cada vez más la autenticidad, y los vinos de baja intervención son la máxima expresión de esta búsqueda. Con mínima manipulación tanto en el viñedo como en la bodega, estos vinos reflejan de forma pura el terruño y el carácter de la uva, promoviendo además la sostenibilidad y una conexión más directa con la naturaleza.
2. Vinos naturales: sostenibilidad y rebeldía
Muy vinculados a la baja intervención, los vinos naturales están ganando protagonismo. Elaborados sin pesticidas ni aditivos, representan una forma de resistencia frente a la industrialización del sector. Aportan sabores puros y también un compromiso con el medioambiente y la biodiversidad.
3. Vinos con menos o sin alcohol: salud y moderación
El consumo responsable gana terreno, especialmente entre las generaciones jóvenes. Los vinos con baja o nula graduación alcohólica responden a esta tendencia, ofreciendo opciones más ligeras sin resignar sabor. Una apuesta clave para diversificar portfolios y atraer nuevos perfiles de consumidor.
4. El regreso de las variedades autóctonas
Las variedades locales vuelven al centro de la escena. Los winelovers buscan experiencias sensoriales más auténticas, y las uvas autóctonas ofrecen esa identidad regional que los consumidores valoran. Esta revalorización también preserva el patrimonio cultural y agrícola de cada zona vitivinícola.
5. Liderazgo femenino en la industria
El rol de las mujeres en el mundo del vino sigue creciendo. Cada vez más lideran bodegas, dirigen equipos enólogos y ocupan cargos estratégicos. Asociaciones como AMAVI impulsan esta transformación, promoviendo la igualdad y destacando el talento femenino como motor de cambio en la industria.
6. Viñas viejas: el valor de la historia
Cepas con más de 50 años de vida están siendo redescubiertas como verdaderos tesoros. Las viñas viejas aportan complejidad y profundidad a los vinos, y su conservación representa una apuesta por la biodiversidad y el respeto por la historia vitivinícola.
7. Innovación para destacar
La innovación se consolida como una de las claves del éxito en un mercado competitivo. El 37% de las marcas que más crecieron en el último año lo hicieron apostando por propuestas disruptivas. Nuevos envases, tecnología aplicada a la producción y formatos creativos son parte de esta revolución.
8. El vino blanco se impone
El vino blanco está ganando protagonismo frente al tinto. Ligero, refrescante y con menor contenido alcohólico, responde a nuevos hábitos de consumo más saludables. Su crecimiento también se refleja en cartas de restaurantes y en las preferencias de maridaje.
9. Vinos de altura: frescura y carácter
Cultivados en regiones de gran altitud, estos vinos presentan una acidez natural y una expresión aromática particular. Además, se perfilan como una solución frente al cambio climático, al ofrecer condiciones más frescas que benefician el desarrollo de la vid.
10. Enoturismo inmersivo y personalizado
La experiencia del vino va más allá de la copa. Las bodegas están desarrollando propuestas de turismo más cercanas, sostenibles y personalizadas, que permiten conocer de primera mano la cultura, el paisaje y el proceso que da origen a cada botella.
El 2025 trae consigo una combinación de tradición, tecnología, sustentabilidad e inclusión. El vino, lejos de ser solo una bebida, se reafirma como un reflejo de los cambios culturales y sociales de nuestra época.