Un hábito pequeño, un gran cambio: la ciencia confirma que comer un puñado de nueces antes de dormir puede mejorar el sueño, la energía y hasta el humor.

Dormir bien no debería ser un lujo, pero cada vez más personas se despiertan con la sensación de no haber descansado lo suficiente. Entre rutinas estresantes y pantallas que no ayudan, lograr un sueño profundo se vuelve todo un desafío.
La buena noticia: la solución podría estar más cerca (y más sabrosa) de lo que pensás.
🌙 El secreto está en las nueces
Un estudio de la Universidad de Barcelona, publicado en Food & Function y difundido por Women’s Health, descubrió que comer 40 gramos de nueces en la cena puede mejorar la calidad del sueño en apenas cuatro semanas.
Los participantes se dormían más rápido, dormían mejor y se sentían menos somnolientos durante el día. Todo gracias al aumento natural de melatonina, la hormona que regula el ciclo del sueño.
🧠 ¿Por qué funcionan tan bien?
Las nueces son una verdadera joya nutricional. Contienen:
- Omega-3, que mejora la salud cardiovascular y cerebral.
- Triptófano, un aminoácido que ayuda al cuerpo a producir serotonina y melatonina.
- Magnesio, zinc, potasio y vitaminas del grupo B, esenciales para el descanso y el equilibrio mental.
En resumen: son pequeñas, pero poderosas.
❤️ Dormir mejor y cuidar el corazón
Además de favorecer el sueño, las nueces ayudan a mantener el colesterol estable, regular la presión arterial y mejorar la función cerebral, según estudios publicados en The American Journal of Clinical Nutrition y Nutrients.
Y si te preocupa el peso, podés relajarte: investigaciones en Current Developments in Nutrition demostraron que el consumo diario de frutos secos no engorda; incluso puede ayudar a mantener un peso saludable.
🌰 En síntesis
Incluir un puñado de nueces después de la cena puede ser:
- Una forma natural de mejorar el sueño.
- Un impulso extra para el corazón y el cerebro.
- Un gesto simple con beneficios duraderos.
A veces, el mejor truco para dormir bien no está en una app ni en un suplemento caro… sino en tu alacena.